". . . Si en todas partes del mundo el hombre es hijo de la tierra, en Las Hurdes la tierra es hija de los hombres"
Era un día crudo y turbio de febrero que las sierras azotaba con el látigo iracundo de los vientos y las aguas... Unos vientos que pasaban restallando las silbantes finas alas... Unos turbios, desatados aguaceros, cuyas gotas aceradas descendían de los cielos como flechas y corrían por la tierra como lágrimas. Como bajan de las sierras tenebrosas las famélicas hambrientas alimañas, por la cuesta del serrucho va bajando la paupérrima jurdana...
Había en Extremadura,... una región montañosa desolada, en la que no había más que piedras, brezo y cabras: Las Hurdes...Yo acababa de leer un estudio... sobre aquella región por Legendre... que me interesó sobremanera